Ignacio Díez, gestor senior de Renta Fija de Santalucía Asset Management nos explica qué son los bonos verdes, también conocidos como sostenibles.
La inversión con criterios ESG (Environmental, Social and Governance) (inversión que incorpora factores medioambientales, sociales y de gobierno corporativo) constituye ya un tercio de los activos globales bajo gestión en los cinco principales mercados del mundo, lo que supone 30.700 billones de dólares, según la última edición del informe Global Sustainable Investment Alliance y en España supera los 210.000 millones de euros gestionados, según Spainsif. Unas cifras que van en aumento conforme van calando en la sociedad las consecuencias del cambio climático y la necesidad de cuidar el planeta que heredarán las siguientes generaciones.
“El mercado de bonos verdes ha crecido espectacularmente en los últimos tiempos y desde Santalucía Asset Management somos conscientes de ello, y hemos empezado a incorporar estos bonos en nuestras carteras de Renta Fija”, afirma Ignacio Díez, gestor senior de Renta Fija de Santalucía Asset Management.
Las gestoras son una parte importante de este crecimiento de las inversiones ESG, puesto que construyen carteras que invierten en activos socialmente responsables, como los bonos verdes. “Se diferencian de los bonos tradicionales en que los fondos obtenidos a través de ellos tienen que dedicarse necesariamente a financiar proyectos de sostenibilidad medioambiental, como por ejemplo la financiación de plantas de energías renovables”, explica Ignacio Díez, gestor senior de Renta Fija de Santalucía Asset Management.
Los bonos verdes son uno de los activos creados para financiar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) adoptados en el Acuerdo de París y son emitidos por bancos, empresas de energía, organismos públicos y gobiernos y su interés es ligeramente inferior a los bonos tradicionales.