El horizonte temporal de una inversión variará en función del objetivo que nos marquemos, del capital invertido y del riesgo que estemos dispuestos a asumir. En este artículo analizaremos qué estrategias de inversión es recomendable seguir en inversiones a corto, a medio y largo plazo.
El horizonte temporal de una inversión hace referencia al periodo de tiempo que un inversor prevé mantener un capital invertido sin que surja la necesidad de retirarlo con el fin de obtener el máximo rendimiento posible. Por tanto, el tiempo es determinante para saber dónde invertir nuestro ahorro.
Este horizonte temporal depende del objetivo que nos marquemos con la inversión. No es lo mismo ahorrar e invertir de cara a la jubilación, para los estudios de los hijos, para la compra de una vivienda o para montar un negocio. Así, según qué meta queramos alcanzar y nuestro el perfil de riesgo, se definirá la estrategia de inversión a seguir a corto, medio o largo plazo y, en consecuencia, el tipo de activo en el que invertiremos. Porque para cada plazo es recomendable un tipo de activo.
De este modo, si nuestro horizonte temporal es un año, no podemos arriesgarnos a invertir en activos sometidos a fuerte volatilidad, como la renta variable, porque hay un alto porcentaje de posibilidades de perder dinero. Deberemos ser conservadores e invertir en activos más estables, aunque sea en detrimento de la rentabilidad. Conviene recordar esa máxima de las inversiones que dice que, a mayor riesgo, mayor rentabilidad.
Horizonte temporal a largo plazo
A partir de tres años ya podemos aplicar a nuestra estrategia de inversión un horizonte temporal a largo plazo. El activo más recomendable para invertir cuando se dispone de tiempo es la renta variable, ya que es el que más retornos ofrece a largo plazo.
La razón no solo viene por el éxito del gestor en la elección de las compañías donde invertir, sino también por el impacto del interés compuesto, por el que los intereses generados se van acumulando en el capital inicial haciendo crecer el dinero de forma exponencial con el paso del tiempo.
Si se quiere invertir en activos de riesgo, el horizonte temporal deberá ser largo ya que es con el tiempo como se consiguen suavizar las habituales correcciones de los mercados, por lo que no tendremos que estar preocupados por entornos de volatilidad como el actual. Simplemente, tener paciencia y esperar a que las compañías que componen la cartera vayan recogiendo en su precio su verdadero valor. Con el tiempo habrá margen para recuperarse de fuertes caídas.
En línea con lo anterior, los mercados se mueven por ciclos, por lo que, si nuestra inversión no la necesitamos en el corto/medio plazo, podemos esperar a desinvertir en el momento que consideremos más beneficioso.
Horizonte temporal a medio plazo
Si tu horizonte temporal es entre uno y tres años, invertir en fondos de inversión de renta variable es arriesgado pues en este plazo los mercados puede que no lleguen a recuperar todo el vigor cuando arrastramos periodos bajistas. Hay que optar por fondos de inversión mixtos, que invierten una parte en renta fija y otra parte en renta variable. El objetivo debería ser, al menos, batir la inflación para no perder adquisitivo con las inversiones.
Horizonte temporal a corto plazo
En las inversiones a corto plazo hemos de tener en cuenta que, en caso de caídas en los mercados financieros, nuestra inversión no tendrá tiempo de recuperarse. Por lo tanto, con un horizonte temporal a corto plazo no es recomendable invertir en activos de riesgo, ya que el objetivo es proteger el capital invertido. En este caso, habrá que ser cauteloso y mantener un perfil de inversión conservador e invertir en fondos de inversión de renta fija que, aunque son menos rentables, son también menos volátiles.
A corto plazo es difícil predecir qué va a ocurrir en los mercados. No hay que irse muy lejos. La pandemia de Covid-19 ha sido un evento inesperado que ha provocado una caída profunda en las bolsas.