En el mundo de la gestión de fondos de inversión, existe una serie de estilos de inversión o metodologías que marcan la estrategia a seguir a la hora de seleccionar compañías para incorporar en las carteras de renta variable. Beatriz Franganillo, responsable de Negocio y Ventas Institucional, te explica los cuatro estilos más utilizados.
Value Investing
El padre de este estilo de inversión es Benjamin Graham y el conocido inversor Warren Buffett, su discípulo. En esta metodología se tiene al tiempo como un factor a favor, es decir, se invierte a largo plazo. Está basado en adquirir empresas cuya cotización en bolsa está infravalorada para posteriormente venderla cuando alcanza su valor intrínseco. Para ello hay que hacer un análisis fundamental , esto es, un análisis minucioso de las cuentas financieras y balance de la empresa. Ello permite identificar empresas de calidad, capaces de generar flujo de caja a lo largo de los años, poco endeudadas, con un buen equipo gestor, con ventajas competitivas y altas barreras de entrada.
A través de este estudio exhaustivo se calcula el valor intrínseco de la compañía y se establece un precio objetivo que marca el futuro precio de su cotización en mercado. A partir de aquí los inversores siguen el valor para comprar a precios bajos para comprar, lo que permite obtener potenciales ganancias de revalorización con el paso del tiempo.
Tras realizar el análisis fundamental de una compañía, según un enfoque ‘value’, podemos encontrar dos tipos de compañías:
- Acciones sobrevaloradas: empresas que cotizan por encima de su valor intrínseco. Sus acciones son caras, por lo que es un mal momento para realizar la compra.
- Acciones infravaloradas: empresas que cotizan por debajo de su valor intrínseco. Sus acciones están más baratas por lo que sería buena opción para entrar.
El sector típico de compañías valor de este estilo de inversión es el sector industrial.
Growth Investing
Por otro lado, dentro de los estilos de inversión nos encontramos con el Growth Investing o la Inversión en Crecimiento, esta metodología de inversión está guiada en base a una estrategia donde se invierte en empresas que están en un proceso de crecimiento superior al de la media del mercado y que, además, se prevé que lo seguirá haciendo .
Los sectores con altos rendimientos son donde se encuentran las compañías con retornos de capital superiores a la media, lo que suele generar nueva competencia, que presiona a la baja los márgenes. Por esta razón, es de gran importancia que se estudien bien las ventajas competitivas de la empresa en la que se deaea invertir, porque uno de los factores de riesgo de esta metodología de inversión es el crecimiento de forma sostenible en el tiempo.
El sector típico de compañías de crecimiento es el sector tecnológico.
Quality Investing
Otro de los cuatro estilos de inversión es la Quality Investing o Inversión de Calidad. Esta estrategia de inversión se centra en identificar las compañías que tienen unas características de calidad excepcionales y apostar por ellas. Lo que se busca en esta filosofía son monopolios y oligopolios globales que intervengan en industrias de crecimiento estructural, que tengan altos retornos en capital en un horizonte temporal amplio, ventajas competitivas, bajo endeudamiento y altas barreras de entrada. Todo ello permite aprovechar a un nivel máximo la correlación rentabilidad y riesgo.
Este crecimiento estructural se diferencia del Growth Investing en que, con esta metodología, se trata de obtener una visibilidad de largo plazo, como pude ser el caso de la industria de la salud. Por otro lado, estas compañías deben tener una estructura de mercado donde no se cobre por el coste de producción, sino que los clientes paguen por el servicio que estas empresas ofrecen. Lo que termina derivando en unos mayores márgenes y retornos que benefician a los accionistas.
Momentum Investing
Por último, tenemos el Momentum Investing o de tendencia. Su fundamento es que los mercados tienen cierta inercia, de tal manera que cuando un valor sube mantendrá esa tendencia y viceversa. Los inversores que utilizan esta metodología aplican el análisis técnico, en lugar del fundamental, y se apoyan en el análisis de la evolución de la cotización.
De estos cuatro estilos de inversión, en Santalucía Asset Management no nos encasillamos en uno, sino que aprovechamos las oportunidades que nos brindan los mercados y las bondades que nos ofrecen cada uno de los estilos de inversión.
Si quieres conocer cuál es nuestra filosofía de inversión te animamos a leer la siguiente entrada de nuestro blog: Filosofía de inversión.