Fundada en EEUU hace cuatro décadas, Adobe es una empresa de software que se distingue por sus programas asociados a la creatividad, centrados principalmente en la creación, diseño y edición de imágenes, vídeos, páginas web, entre otros.
La compañía de software se vio altamente beneficiada por la transición del papel a lo digital, tanto en documentos, a través de programas como PDF, o de desarrollo de la fotografía, publicidades y campañas digitales a través de Photoshop o Illustrator.
Opera en mercados crecientes donde es el líder indiscutible. Diferentes consultoras de análisis estiman que el mercado global de software orientado a la creatividad tendrá un crecimiento anualizado entre el 6%-8% hasta 2028, a su vez, el mercado de administración de documentos y firma digital se espera crezca a tasas anualizadas superiores al 20% hasta 2030.
Adobe agrupa diferentes aplicaciones en paquetes para dirigirse a los mercados mencionados previamente: Adobe Creative Cloud y Adobe Document Cloud, de manera que la oferta general para cada uno de estos mercados es más robusta, aportando valor al cliente al ampliar las funcionalidades, al mismo tiempo que al accionista, dadas las características de escalabilidad del software (mayores ingresos con la misma magnitud de costes).
Crecimiento orgánico e inorgánico
La compañía se vio beneficiada por la pandemia y la tendencia hacia el teletrabajo debido a que el software de Adobe es utilizado por los usuarios de front-office, es decir, empleados que tratan directamente con el cliente, obligando a las empresas a adquirir licencias o suscripciones individuales para cada uno de sus empleados, asimismo, el hecho de que las personas estuvieran encerradas en casa, llevó a que la totalidad de la publicidad se llevara a cabo a través de medios digitales, incrementando la utilización de sus programas exponencialmente.
Esto provocó que el mercado descontase tasas de crecimiento insostenibles que, una vez normalizadas, afectaron a una cotización que adicionalmente se vio impactada por una adquisición de carácter estratégico que destruía valor para el accionista en el corto plazo. En concreto, la compra fue de la plataforma de diseño colaborativo Figma, por 20.000 millones de dólares.
A pesar de haber pagado un importe muy por encima de lo que se podría esperar, la operación permitió a Adobe eliminar a un potente competidor y entrar en uno de los mercados de mayor crecimiento a largo plazo (desarrollo digital web [UI/UX]), dados los bajos niveles de penetración.
Aprovechando la reacción del mercado a la noticia de esta última adquisición, el descuento de tasas de crecimiento más normalizadas y el impacto que las subidas de tipo de interés han tenido en este tipo de compañías, el equipo gestor de renta variable decidió en el último trimestre del año pasado tomar posiciones a través del fondo de inversión Santalucía Quality Acciones.
Perspectivas de crecimiento
La compañía posee de unas barreras de entrada altas, reflejo de muchos años de liderazgo, con cuotas de mercado elevadas y retornos sobre el capital muy por encima de la media a lo largo del tiempo.
Las tasas de crecimiento se esperan aún por encima del 10%, a pesar de poseer una base de ingresos que se aproxima a los 18 billones de dólares, los márgenes brutos tienen cierto nivel de mejora dado que el coste de hosting o almacenamiento de software en los sistemas de los hyperscalers (AWS, Azure, GCP) actualmente es elevado en comparación con el sistema de licencia on-premise tradicional.
Igualmente, la inversión en I+D y marketing está en niveles elevados y deben normalizarse a la baja como porcentaje de los ingresos, dado el apalancamiento operativo de la compañía. Esto llevará a la compañía a mantener o incrementar su nivel de generación de caja (> 35%) y permitirá seguir componiendo a tasas altas y generando mucho valor para el accionista en el largo plazo.