2025 está registrando un primer trimestre del año sorpresivo para los mercados financieros. Tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca el pasado 20 de enero, se esta reconfigurando un nuevo orden mundial que implica un mayor gasto en defensa mientras se responde a la agresiva política arancelaria de la nueva Administración de Estados Unidos.
Luis Merino, responsable de Renta Fija, Mixtos y Selección de Fondos de Santalucía AM, analizado los principales cambios y el impacto de los mismos en la renta fija en una conferencia que puedes ver en nuestro canal de YouTube.
Posicionamiento de EE. UU.
Empezando por el otro lado del Atlántico, Luis Merino ha señalado que el sentimiento de mercado ha pasado del optimismo al pesimismo, pero sin influir en el plan inicial de Donald Trump. “El presidente tiene un plan claro que es bajar los impuestos. Pero, este movimiento tiene una fase previa, que es la que estamos viendo ahora”, avanza. El gestor considera que, para poder reducir los tributos, “Trump busca recortar el gasto en defensa, aumentar los ingresos por los aranceles (que generarán inflación) y atraer la producción a Estados Unidos”.
En esta fase, Merino descarta del escenario central de Santalucía AM la llegada de una recesión, “aunque es posible que se dé un efecto jota en la economía, con caídas del crecimiento en el corto plazo y una recuperación posterior”.
Giro de 180 grados en Alemania
Al este lado, en Europa se ha producido un cambio de rumbo notable en su
principal economía, tras los resultados electorales y que va a arrastrar al resto de economías de la zona euro. “En Alemania estamos ante el mayor esfuerzo fiscal e inversor desde la reunificación”, comenta el responsable de Renta Fija, Mixtos, y Selección de Fondos. Se han anunciado dos medidas bastante destacadas. La primera tiene que ver con una inversión de 500.000 millones de euros en infraestructuras para los próximos 10 años. Mientras que la segunda, busca aumentar el gasto en defensa en 100.000 millones hasta el 3% o 3,5% del PIB.
“La parte positiva de todo está en el crecimiento. Alemania era una economía que venía de dos años en recesión, que estaba infra invertida y que necesitaba este impulso que, además, se lo puede permitir fiscalmente”, comenta Merino. Con este plan, estima que el país podría llegar a registrar crecimientos cercanos al 2% en 2026 y 2027.
La UE: un plan de gasto con más dudas
Por su parte, el plan de aumento del gasto en defensa de la Unión Europea será de 800.000 millones, “pero está por ver, porque hay muchos matices que tenemos que tener en cuenta”, advierte Luis Merino, como es la fragmentación política de los propios países.
Para el gestor de Santalucía AM, el impacto del gasto en defensa sobre el crecimiento será más limitado “porque las principales inversiones las vamos a tener que hacer comprando en empresas americanas”, sostiene.
Advierte que puede darse un evento en el mercado de la renta fija que es la “posibilidad de que el Banco Central Europeo tenga que apoyar de alguna forma este plan de gasto de la UE en defensa, aunque ahora pueda estar con el paso cambiado porque está reduciendo el balance”.
Impacto en los mercados financieros
El anuncio del paquete de gasto en Alemania ha disparado el interés del bund y la TIR se aproxima a los máximos del 3% de 2009. Ello, unido al incremento de las pendientes de la curva de tipos a niveles normalizados, hace que sea el momento de “ir migrando el dinero invertido del mercado monetario a corto plazo, que hasta ahora ha funcionado bien, hacia duración«, recomienda.
También se muestra más positivo en deuda gubernamental frente a crédito, reposicionándose hacia activos de mayor calidad. En este sentido, Merino explica que la gestora sigue sobreponderando a Italia frente a Alemania por el hecho de que las primas de riesgo siguen bastante controladas y ofrecen más valor. Ello se explica por la “suerte de mutualización de la deuda a nivel europeo que estamos viendo y que hace que las primas de riesgo de los países están estables”. Es decir, es la UE la que asume el coste emitiendo deuda en lugar de los países. Algo que ocurrió en la pandemia y que ahora se pone también sobre la mesa con el gasto en defensa.
Por otra parte, el fortalecimiento del euro ha sido otra señal positiva para el control de la inflación y la continuidad de los recortes de tipos. «Son buenas noticias para la renta fija, para los bonos a corto y medio plazo, aunque no lo son tanto para la reinversión o el mercado monetario en tramos muy cortos», explica.
En cuanto a las perspectivas de inflación, se observa una convergencia a ambos lados del Atlántico hacia niveles del 2,25%, lo que es compatible con recortes de tipos tanto por parte del BCE como de la Fed. «La caída del petróleo también ha ayudado», señala Merino. Las expectativas han cambiado drásticamente: «Se ha pasado de no descontar bajadas a prever tres recortes de tipos por parte de la Reserva Federal». En este sentido, estima que los tipos terminales se situarán en un 2% para el BCE este año y en un 3,75% en EE.UU. en 2026, dado que «va a haber muchas más pausas que bajadas».
Por otra parte, llama la atención en que la evolución de los mercados ha desplazado el foco desde las políticas monetarias hacia las fiscales, lo que podría traer consigo recortes en partidas presupuestarias, especialmente en ayudas al desarrollo. «Los mercados emergentes pueden sufrir con este plan», advierte.